Angustia en la familia del español en el barco detenido en Venezuela: 24 días sin noticias
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 14/07/2025.- La familia del tripulante español en el barco interceptado a mediados de junio por la Armada de Venezuela, el periodista canario Miguel Moreno Dapena, vive con angustia los 24 días que han pasado sin recibir noticias de él y pide a las autoridades de Caracas saber dónde y cómo está. Imagen de Miguel Moreno, con el barco N35 detrás, facilitada por la familia Moreno Dapena. EFE
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La familia del periodista español Miguel Moreno Dapena, tripulante del barco interceptado por la Armada venezolana a mediados de junio, lleva 24 días sin noticias suyas y vive con creciente angustia. Los familiares exigen a las autoridades de Caracas que informen sobre su paradero y estado.
Moreno Dapena, de 34 años de edad, trabajaba en el N35, buque de exploración marina con bandera panameña, capitán neerlandés y operado por la empresa belga Siatec, dedicada a la búsqueda de pecios (fragmento de la nave que ha naufragado) de la Segunda Guerra Mundial. En las últimas semanas, la embarcación se desplazaba por el Caribe y la costa oriental de Venezuela.
El 13 de junio, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana interceptó el N35, al considerar que realizaba «investigaciones científicas» con un comportamiento «muy sospechoso» en la zona económica exclusiva de Venezuela, dijo cinco días después el ministro de Defensa, Vladimir Padrino.
La tripulación del español
El 15 de junio, el buque y su tripulación quedaron bajo custodia preventiva en la isla de Margarita. El 19 de junio fue la última vez que Miguel Moreno se comunicó con su familia, de acuerdo con el testimonio de su madre, María Jesús Dapena, a la agencia Efe.
Según el registro de WhatsApp en su teléfono, la última conexión se produjo el 20 de junio a las 3:48 a m (hora de Canarias), equivalente a las 10:48 p.m del 19 en Venezuela.
En su último mensaje, Moreno indicó que los oficiales venezolanos los trataban con amabilidad, que les permitieron bajar brevemente a tierra a comprar víveres y que estaban a la espera de ser llevados a declarar ante la Fiscalía. También envió fotos de los comercios donde hizo compras. Desde entonces no se ha vuelto a saber de él.
«Ya son 24 días sin novedad», lamenta la madre, quien ha recibido apoyo del Ministerio de Asuntos Exteriores español para conocer el estado de su hijo y determinar si existe algún cargo en su contra. La familia también ha informado a Naciones Unidas, calificando la situación de «desaparición forzada».
No hay información tampoco sobre los ocho compañeros de tripulación: el capitán y su esposa (neerlandeses), tres marineros hondureños, un panameño, un indonesio y una mujer húngara.
«Solo pedimos a las autoridades venezolanas que informen a la Embajada de España y al resto de embajadas sobre dónde se encuentran y cómo», insiste la madre de Miguel Moreno.
Ella cree que el N35 pensaba operar en aguas internacionales, pero que podrían haber cometido el error de entrar en la zona del Esequibo, reclamada por Venezuela como parte de su territorio, aunque esté en disputa con Guyana.
«La esperanza no la pierdo, porque ellos no han hecho nada, ni son espías, ni son terroristas, ni son nada de nada. Yo espero que, cuando prueben que es un barco de expedición (…) los suelten. Es una situación muy difícil para la familia levantarte cada día con esta incertidumbre», confiesa.
El consulado español y la Autoridad Marítima de Panamá han anunciado que están en contacto con Venezuela para asistir a los tripulantes del N35.
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