La economía de El Salvador creció 8 puntos por encima del nivel que tenía antes de la pandemia y la inflación se desplomó al 3,8%

La actividad económica registró una fuerte reactivación durante el primer trimestre del año y sobrepasó fácilmente los niveles que tenía antes del impacto por la pandemia en 2020. El Gobierno de Bukele elimina impuestos a la innovación tecnológica para afianzar el crecimiento.

El boom económico de la economía de El Salvador no se detiene. El índice de actividad IMAE elaborado por el Consejo Monetario Centroamericano acumuló un aumento del 7,9% respecto de su tendencia ciclo entre junio de 2019 y abril de 2023, por lo que la economía fácilmente recuperó y superó los niveles que tenía antes del shock por la pandemia.

La reactivación acumulada asciende al 8,77% si se considera la variación de la serie desestacionalizada del IMAE, mientras que la serie original del indicador obtuvo un aumento de casi el 3% interanual en abril con respecto al mismo mes del año pasado.

El PBI trimestral creció un 0,7% al cierre del primer cuarto de 2023, la tercera variación consecutiva después de haber repuntado otro 0,7% en el último trimestre de 2022 y un 0,5% en el tercer trimestre respectivamente.

A la par del crecimiento, la tasa de inflación interanual se moderó al 3,78% en el segmento de precios minoristas en junio, y el índice de precios al productor marcó una variación interanual del 3,97% al término de mayo. La tasa de inflación subyacente (que excluye el efecto de la energía y los alimentos) cayó por debajo del 2,8% en junio, el resultado más bajo desde septiembre de 2021.

La histórica reducción de la tasa de delincuencia, un hecho concretado a partir de las políticas de seguridad del Gobierno de Nayib Bukele, ayudó a dinamizar el crecimiento y recrear la confianza empresarial en el país.

Incluso la misión del FMI en El Salvador concluyó lo siguiente al respecto: “Desde marzo de 2022, la reducción sin precedentes de la delincuencia y las fuertes remesas e ingresos por turismo han contribuido a la sólida dinámica de la actividad y la inversión”.

La última gran iniciativa del Gobierno de Bukele para apuntalar el crecimiento económico del país fue el lanzamiento de la Ley de Incentivos a la Innovación y Tecnología Manufacturera, un esquema que elimina completamente todos los impuestos (a las Ganancias, propiedad, sociedades, aranceles de importación, etc) sobre la innovación tecnológica, la programación de software, la inversión en IA y fabricación de hardware.

La ley fue formulada a fines del mes de marzo y entró en vigencia a partir del 4 de mayo. Supone un gran aliento para la inversión y la llegada de capitales extranjeros en el país, algo que resulta imprescindible para un país como El Salvador que no dispone de elevadas tasas de capitalización.

El oficialismo también moderó los gastos superfluos en el Estado, y anunció la reducción del número de diputados del país de 84 a 60 mediante la reforma del Código Electoral. Con esta maniobra también se reduce fuertemente la cantidad de asesores y otros gastos asociados al aparato burocrático. 

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