Massa y Haddad avanzan en un nuevo acuerdo comercial para reemplazar el intercambio en dólares por el peso y el real

La gira del presidente Fernández por Brasil canalizó todos los esfuerzos para improvisar un rescate del Gobierno brasileño. El acuerdo bilateral busca aliviar la presión sobre el uso de dólares para pagar importaciones, en medio de la situación crítica que atraviesa el Banco Central.

La visita del presidente Alberto Fernández a Brasil buscó un objetivo primordial sobre cualquier otro: pedir recursos y dádivas a su par socialista Lula da Silva. Y si bien el Gobierno se fue con las manos vacías en materia de líneas de crédito directas, sí se consiguió avanzar en la conformación de un acuerdo comercial bilateral que podría ser anunciado oficialmente en la próxima semana.

El acuerdo comercial pretende generar una serie de instrumentos para sustituir el uso del dólar como moneda de cambio para la financiación de importaciones. Desde el punto de vista brasileño el incentivo para suscribir el acuerdo es el relajamiento del arsenal de regulaciones cuantitativas que Argentina aplica para las importaciones brasileñas, algo que viola la idea de “unión aduanera” prevista por la nomenclatura del Mercosur. 

Brasil no aplica mayores restricciones cuantitativas al saldo comercial y tampoco amplia controles cambiarios, aunque sí mantiene retenciones puntuales (principalmente sobre los hidrocarburos). El acuerdo bilateral entre ambos países afecta a un volumen anual de importaciones de hasta 15.000 millones de dólares. 

Desde el punto de vista argentino el acuerdo puede significar otro parche más implementado por Sergio Massa para salvaguardar la posición del BCRA y postergar una devaluación abierta y más pronunciada sobre el tipo de cambio oficial. 

La deuda del BCRA con importadores ya asciende a los US$ 14.000 millones, como resultado de las regulaciones para postergar el pago efectivo de bienes y/o servicios a proveedores en el extranjero. Por otra parte, existe una cantidad también sideral de importaciones que aún se encuentran trabadas por el sistema SIRA de licencias no automáticas. 

El acuerdo apunta a ampliar el denominado Sistema de Pagos en Moneda Local (SML), que existe desde octubre de 2008 y también incluye al comercio con Paraguay, pero que hasta ahora solo alcanzaba el 10% de las transacciones comerciales entre Brasil y Argentina. 

El segundo punto que todavía está sujeto a negociación es el déficit comercial que mantiene Argentina con Brasil y que se profundizó en los primeros cuatro meses del 2023, principalmente por la violenta caída de las exportaciones argentinas que superó la también muy fuerte caída en las importaciones (vía restricciones cuantitativas).

La aplicación de distorsiones extremas como las retenciones a la exportación, el sistema de múltiples tipos de cambio y el impacto de la sequía provocaron que la importación de soja proveniente de Brasil se haya disparado hasta un 934% interanual al cierre de abril.

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