Mientras la economía se expande, la desocupación en Ecuador cae al nivel más bajo de la historia

El índice de desocupación marcó un valor de 3,2% en diciembre del año pasado, el nivel más bajo registrado desde la publicación de la serie estadística en 2003. Esto se produce mientras que la economía aceleró su ritmo de crecimiento del 1,9% al 4,3% interanual.

De acuerdo a la serie estadística publicada por el Banco Central de Ecuador (BCE) la tasa de desocupación cayó por solo el 3,2% en diciembre del año pasado. Muchos analistas sugieren que Ecuador atraviesa una situación de pleno empleo, y lo que hay en mayor medida es desempleo friccional (personas cambiando de trabajo) en lugar de desocupación abierta propiamente dicha.

La desocupación de Ecuador registró el nivel más bajo de la historia, al menos desde la publicación de la serie estadística comenzada en el año 2003. Asimismo, no se veían cifras similares desde el año 2015, antes de que el país sufriera una recesión hasta mediados de 2016. 

Estos resultados se produjeron incluso a pesar del fuerte aumento de la tasa de actividad, que se incrementó del 60,1% en el tercer trimestre de 2021 al 65,7% en el cuarto trimestre del año pasado. La caída del desempleo se explica por un fuerte salto de la tasa de empleo, que fue capaz de sobrecompensar el aumento de la cantidad de personas en búsqueda de trabajo.

Sin embargo, una gran proporción del empleo creado se mantiene en condiciones de informalidad (que se estima en el 60% del total). El Gobierno de Guillermo Lasso se compromete a lanzar una reforma para flexibilizar y modernizar la legislación laboral a fin de atacar esta problemática.

La principal razón de la recuperación laboral es el fuerte crecimiento observado sobre el PBI sobre los últimos dos trimestres de 2022, superando todas las expectativas. La economía creció un 0,11% en el segundo trimestre del año pasado, 1,7% en el tercer trimestre y hasta un 2,34% en el último cuarto. La tasa de crecimiento interanual se aceleró del 1,9% al 4,3% en el mismo período.

De hecho, el PBI logró recuperarse del impacto por la pandemia y alcanzó los valores más altos de la historia. Asimismo, el ingreso real por habitante retornó a los niveles que tenía durante el primer trimestre de 2020. 

La economía de Ecuador acumuló un crecimiento del 5,5% desde que el presidente Lasso asumió el poder en mayo de 2021, mientras que el desempleo se redujo del 8,5% al 3,2%. Todo esto se produjo en un contexto de estricta estabilidad de precios, ya que la tasa de inflación interanual alcanzó un pico del 4,2% en junio de 2022 para luego moderarse al 2,9% a partir de febrero de 2023.

El pilar del programa económico del Gobierno fue la disciplina fiscal. El déficit primario del Gobierno fue completamente erradicado, mientras que el resultado financiero (considerando los intereses de la deuda pública) sólo representó un déficit del 0,2% del PBI en enero de 2023.

Esto permitió disciplinar la prima de Riesgo País a pesar de la fuerte inestabilidad política (que hoy constituye el principal factor de inestabilidad en este indicador), evitando así que el encarecimiento del crédito provocara efectos recesivos sobre la economía ecuatoriana.

También se impulsaron políticas del lado de la oferta, como la eliminación del impuesto a la renta financiera sobre depósitos a plazo fijo e inversiones en renta fija, la reducción gradual del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) con perspectivas para su eliminación en 2024, la eliminación del impuesto a la herencia o el fin del régimen de anticipos para el impuesto a las Ganancias, entre muchas otras medidas.

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