La tensión y el fuerte despliegue policial marcan la octava noche consecutiva de protestas en España

Por octava jornada consecutiva, la sede socialista en la calle Ferraz de Madrid ha vuelto a ser escenario de protestas contra la amnistía pactada por el presidente del Gobierno con los separatistas. Una vez más, el fuerte despliegue policial ha sido la tónica y agentes de la Policía Nacional han blindado la zona una noche más.

Sobre las 19 horas empezaron a llegar los primeros manifestantes con banderas de España, entre pitidos y gritos contra Puigdemont y a favor de la unidad de España: «España es una, no 51».

La Policía blindó asimismo las calles colindantes para proteger la sede socialista, a tenor de los altercados que han tenido lugar durante las últimas noches. A medida que ha ido avanzando la jornada ha ido aumentando la tensión y se han escuchado cánticos del tipo: «Policía defiende tu nación».

En la cabecera de la concentración, situada frente a las vallas que cierran el paso en la calle Ferraz para impedir el acceso a la sede del PSOE, un grupo de manifestantes sostenía una pancarta con el artículo 21 de la Constitución: «Los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España», de la organización ‘tercios cívicos’.

En un ambiente más tranquilo que el pasado jueves, y una vez más jalonado de banderas de España y alguna de los tercios de Flandes, los manifestantes seguido lanzando gritos de «Illa, Illa, Illa, la valla a Melilla» o «Golpistas amnistiados, policías imputados».

Entre la multitud, un manifestante ha llegado a agredir a un cámara de La Sexta entre gritos de «fuera, fuera», informa Europa Press. Los abucheos a los medios de comunicación han sido una constante en esta protesta en Ferraz. Sobre las 21 horas comenzó a llover y algunos manifestantes optaron por marcharse. Más tarde comenzaron a escucharse petardos y la tensión volvió a asomar.

«Pedro Sánchez a prisión», ha sido el grito más repetido aunque también han hecho alusión al líder de los ‘populares’, Alberto Núñez Feijóo, con gritos de «dónde está, no se ve el gallego del PP» y también contra el bipartidismo («PP y PSOE la misma mierda es»).