Locura total: Un juez prohibió el uso del trigo transgénico en la Provincia de Buenos Aires

Un juez marplatense dispuso el cese temporal hasta que se analicen los efectos en los recursos naturales, la salud, la producción y la comercialización.

El juez del Juzgado de Responsabilidad Penal Juvenil N°2 de Mar del Plata, Néstor Salas, hizo lugar a una medida cautelar para prohibir temporalmente el uso y aplicación en toda la provincia de Buenos Aires del trigo modificado genéticamente resistente a sequías, conocido como “Trigo HB4”.

La medida, que alcanza a todo el territorio bonaerense, se aplicará hasta que se ponga en marcha la Comisión de Biotecnología y Bioseguridad Agropecuaria (creada por ley pero aún no puesta en funcionamiento), quien finalmente se encargará de evaluar los impactos de transgénicos sobre la salud y los recursos naturales, y finalmente decidir si lo dejan prohibido o no.

La causa se tramita como amparo colectivo y fue iniciada con el objetivo de que se suspenda la aplicación de la variedad exótica de trigo IND- ØØ412-7, a pesar de que la Secretaría de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional de la Nación autorizó a aplicarse y que confirió a la firma INDEAR S.A. la facultad para comercializar su semilla y los productos y subproductos derivados de ésta.

El trigo transgénico HB4, desarrollado por la firma argentina Bioceres, es resistente a la sequía y al herbicida glufosinato de amonio, y su prohibición pone en riesgo la producción del agro en momentos de sequía.

Argentina, considerada uno de los “graneros” del mundo, afronta una prolongada sequía que atraviesan varias zonas del país, en especial la región noreste, desde hace algunos años. Se estima que la sequía en Argentina causó solo en 2021 pérdidas al sector agropecuario estimadas en más de 2900 millones de dólares.

Por lo que este transgénico pasa a ser fundamental en la planificación de la producción actual. Aunque los argentinos de a pie lo que más sentirán serán la suba o directamente escasez de productos basados en trigo.

Bioceres ya consiguió las autorizaciones para exportar el trigo HB4, con mayor tolerancia a las sequías y resistente al herbicida glufosinato de amonio, a Brasil, Colombia, Nueva Zelanda y Australia, por lo que la decisión también pone en riesgo la entrada de dólares al país.

A fines de 2020, algunos investigadores habían advertido sobre la posibilidad de que, mediante procesos de “fecundación cruzada”, este transgénico termine reemplazando a las variedades no transgénicas. 

Esa es precisamente la amenaza que plantea el juez, que recuerda que la Comisión Nacional de Biotecnología reconoció las posibilidades de un potencial intercambio de genes entre especies, pero no lo vio como un peligro suficiente para justificar la prohibición. Pero el juez decidió que sí.

En diálogo con Modo Fontevecchia, Raquel Chan, la científica que lideró el desarrollo del HB4 describió a ese escenario como poco factible, aunque no imposible. Bioceres no respondió a las consultas de los medios sobre su postura ni sobre los pasos que tomará ante la decisión judicial.

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